¿Libertad?
Siempre creí que la imaginación era sólo algo más en mi cabeza, hasta que un día demostró lo contrario.
Quedé dormido mientras leía una revista de variedades y experimenté un viaje que inició en lo más recóndito que existe, el espacio exterior. A medida que mi sueño continuaba, sentía que me movía hacia un lugar extrañamente conocido pero que por la distancia, jamás había visto. Al estar a una distancia prudente, me dí cuenta que estaba acercándome a la tierra, atravesé la capa de ozono y la caída libre era extraña, sentía que caía relativamente lento, era como si planeara o incluso volara.
Tras un tiempo divisé que venía hacia mí un aeroplano pero ¿quién lo piloteaba? ¿era yo? De pronto me vi dentro del avión y que lo estaba conduciendo justo arriba de una playa donde hablaban dos personas, pero una de ellas era vagamente conocida...
...¿era yo? ¿de nuevo? de pronto miré a mi alrededor y estaba en la playa, había recibido una carta de mi madre que gozaba en un paseo por el Caribe, de un pestañazo, yo estaba ahí, junto a mi madre. Ella estaba feliz y se divertía mucho.
Aunque supe todo el tiempo que era un sueño, la sensación de felicidad, tranquilidad, comodidad y el deseo infranqueable de que no se acabara, nunca dejó de existir.
Ningún sueño esta completo, sin la piedra en el zapato. Siempre le he tenido miedo a viajar por tierra y aparecí de pronto conduciendo. El pánico se apoderó de mí y tomé rumbo hacia un abismo. Al saltar desperté.
Irónicamente, desperté en dónde todo comenzó...
... en el espacio exterior...
...soy un astronauta.
Camilo Vallejo
En un lugar muy lejano, para ser más exactos en Hawai, Beto un hombre ya de edad avanzada, acostumbraba siempre a contar historias de su juventud a sus muy queridos nietos antes de dormir.
Siempre les hablaba de sus diversas aventuras y viajes, en los cuales aprendió muchas cosas, ésta vez los niños le pidieron que le contara la historia de su viaje al desierto del Sahara, ya que era su favorita; en este relato los niños encontraban el verdadero valor de la amistad. Entonces su abuelo inició la historia
Queridos niños, ésto que les voy a contar ocurrió en un lugar muy lejos de aquí ne Estados Unidos, hace más de 40 años, en ésa época era yo muy joven y mis padres decidieron llevarme a vivir a ese lugar para poder tener más oportunidades en el futuro.
Ingresé al ejército y fue allí donde conocí a Manuel, quién poco a poco se fue convirtiendo en mi mejor amigo; con él viví mis más grandes aventuras, el más que mi mejor amigo se convirtió en mi hermano.
Un día Manuiel y yo decidimos emprender un viaje al desierto, en busca de nuevas aventuras, así que preparamos todo para viajar y sin nada ni nadie que nos detuviera, partimos una mañana del mes de abril hacia el desierto del Sahara. Fue un largo y agotador viaje, pero cuando llegamos estábamos tan emocionados que ni siquiera sentíamos cansancio. Empezamos a caminar por el desierto, pero sin darnos cuenta, no metimos tanto en él que nos perdimos, y con el sol tan fuerte que había en ese momento, rápidamente nos deshidratamos. Y como ustedes saben, en ese lugar es casi imposible encontrar agua, por lo que pensamos en quedarnos quietos en el día y caminar para buscar agua y alimento en la noche, cuando el sol ya no estuviera calentando, pero al caer la noche la temperatura bajó tanto y todo se puso tan oscuro que nos fue imposible caminar y buscar lo necesarios para poder sobrevivir.
Así pasaron varios días, pero una tarde, muy soleada, nos cruzamos de repente con una serpiente venenosa que estaba a punto de picarme, lo hubiera resultado mortal, pero Manuel se interpuso, resultando él mordido por éste animal, sacrificando su vida por mí. Gracias a él estoy vivo.
Yo estaba ya casi sin energías y sentía que pronto moriría, así que decidí quedarme junto al cuerpo sin vida de mi amigo, hasta que también yo muriera, pero al otro día llegaron a rescatarme. La verdad en ese momento hubiera preferido morir junto a Manuel, pero trate de seguir con mi vida y en Estados Unidos, todo me recordaba a mi querido amigo, así que decidí volver a Hawai, donde continué con mi vida, pero de lo que estoy seguro, es que nunca olvidaré a mi amigo y de lo que hizo por mí.
Cuando el abuelo Beto terminó de contar su historia, sus nietos, con lágrimas en los ojos, abrazaron a su abuelo y se acostaron a dormir.
Johana Marcela Erazo Potosí
También la lectura de éste libro nos brindó por parte de los estudiantes, estas importantes opiniones.
EL VALOR DE TODO AQUELLO QUE NOS RODEA
En el mundo cada cosa que nos rodea es importante, por grande o pequeña que sea. todo lo que existe tiene un valor único. Lamentablemente nos hemos dejado llevar por la innovación y es ahí donde las cosas van perdiendo su valor, le hemos dado tanta importancia a lo nuevo, que dejamos de lado lo verdaderamente valioso, lo que siempre ha estado con nosotros y que desafortunadamente pasa desapercibido.
El caso es que tenemos que aprender a admirar la belleza de casa persona, de cada cosa, en fin, de todo lo que nos rodea. Es un hecho que con el paso del tiempo hemos perdido lo que en algunos momentos tuvimos y por no saberlo valorar, hemos tenido que enfrentarnos a su extinción total.
Cada vez tenemos menos riquezas en todo el sentido de la palabra. Nuestro mundo ha presentado grandes cambios y las personas hemos perdido la capacidad de admiración por todo aquello, que en un principio era importante.
No nos dejemos llevar por cosas pasajeras, aprendamos a valorar la belleza de un amanecer, el cantar de las aves, el caminar de un anciano y todo aquello que a simple vista no tiene importancia, pero que en realidad aporta a nuestra felicidad.
Valoremos a las personas que nos rodean y no dejemos de lado cosas sencillas que hacen parte de nuestro diario vivir.
Con el ejemplo del libro Zoom, puedo recalcar que así como empezó con algo sencillo como la cresta de un gallo, terminó con algo grande que fue la imagen de nuestro mundo. Es ahí donde nos damos cuenta de la importancia de cada una de las cosas pequeñas, porque sin la presencia de cada una de las cosas plasmadas en las páginas del libro, no hubiera sido posible admirar la belleza de todas sus hojas y de todo el libro en sí.
Dalia Palchukas.
El libro Zoom, nos muestra y plasma la imaginación que los libros logran extraer de nuestras mentes. Muestra que no tenemos las mismas ideas.
Cada página nos puede llevar a un mundo diferente, a una situación que desconocíamos, pero la imaginábamos. Podemos con el único hecho de tener un objeto o Nombre emprender un recorrido por distintas situaciones, con distintos personajes, con los cuales hasta podemos sentirnos identificados.
Por eso cuando leemos un libro que nos gusta su tema, queremos saber el final o tratamos que el libro no termine, porque sentimos imposible que un libro haya logrado robar nuestro tiempo, y nuestros sentidos, tenga fin.
En el libro Zoom, encontramos muchos espacios, situaciones y a su vez, logré unir todas las imágenes de cada página e imaginar una historia y crear el texto o voz con nuestra imaginación.
Paola Vallejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario